Lic. Xiomara Rodríguez
Desde que la historia es historia a la familia se le considera como los grandes pilares de cualquier sociedad, siendo esta una institución social encargada de transmitir afectos de amor y comprensión, y ser formadora de valores y modelos deseables para la integración de la misma, es por ello que la violencia doméstica es y continúa siendo una problemática que no solo es vivida por el que es víctima, sino que se traslada a todo su sistema familiar, lo que podríamos llamar “violencia Familiar” Duffy y Momirov (1997) lo definen como aquel acto cometido dentro de la familia por uno de sus miembros, que perjudica gravemente la vida, el cuerpo, la dignidad, la integridad psicológica o la libertad de otro miembro de la familia, en las parejas o entre otras personas que en algún momento de su vida han vivido conjuntamente; este acto ocurre casi siempre en la casa y en la intimidad de la familia, generándose como un fenómeno oculto y muchas veces no visible al resto de la sociedad.
Ocasionando efectos devastadores en todos los niveles, ya sea en la salud física (hematomas, fracturas y traumatismos craneales), o nivel psicológico, moral y espiritual, que son las que generan mayores trastornos en la vida de los individuos que lo experimentan. A su vez encontramos que existe una negación por parte del agresor que resulta difícil para la víctima poseer una visión clara o acertada de la situación que se esta viviendo, puesto que el agresor genera miedo y ansiedad a la persona maltratada ante la posibilidad de que se presente otro acto violento, produciéndose una dinámica entre el agresor y la víctima que suele mantenerse durante mucho tiempo, puesto que al iniciarse el primer acto violento es muy probable que este se repita.
En tal sentido se evidencia que la violencia en la familia es difícil para las víctimas, es por ello que la idea de nuestro blog es concienciar a las personas de lo importante que es hacer acto de denuncia referente a este suceso, ya que es la única forma de reducir hasta eliminar este flagelo, como así también de que se busque una ayuda especializada, es decir, un psicólogo o un psiquiatra para trabajar el efecto que a dejado la violencia en la vida de la persona que lo experimenta, en muchos casos las víctimas generan trastornos psicológicos como el estrés postraumático, depresión, baja autoestima, entre otros.
Como observamos es una condición bastante fuerte y delicada que necesita ser tratada por un especialista, y así como ésta, existen muchas más, por consiguiente, démosle un alto a la violencia y si estamos siendo víctima, vamos a dirigirnos a una institución encargada de orientar y dar solución, ya que en la medida en que busquemos ayuda pronto mucho mejor será para nuestra familia, recordemos que cualquiera puede estar expuesto a esta situación, puesto que no escatima de condición social, raza o religión, no te de vergüenza por ello no eres la o él único que vive o vivió algo parecido, lo importante es comenzar desde ya a colocar un alto.
Fotomontaje, ¡NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!
Fotografías: AI, Internet,
Dibujos: Imagina, Rafael, Pepetxu
Música: Carmina Burana (Karl Off)
Montaje: Memori@ De Una Desmemoriad@
Comentarios
He leido su artìculo el cual me parece muy bueno y consistente en cuanto a lo teòrico y en la relación psicología de la familia, de salud y social con enfoque de género que entegra y sustenta su análisis; respetando su postura pienso que el artículo aportarìa mas si hubiese incorporado estadìsticas del fenòmeno de la violencia domèstica, fenòmeno que se ha universalizado y representa ya un estigma en el gram colectivo humano.